Reforestar: la solución que hemos desoído

Por Ricardo Donato / Antonio Nieto
Fotografías: Cortesía de CO2 Revolución

Un antiguo proverbio hindú dice que las personas que han plantado un árbol antes de morir no viven inútilmente. Si esto es verdad, entonces el empresario español Juan Carlos Sesma bien puede decir que ha cumplido con su misión en la Tierra, y con creces.

Sesma es fundador, CEO y presidente de CO2 Revolution, una startup biotecnológica enfocada en reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera a través del cálculo y compensación de la huella de carbono de las empresas. Su objetivo es doble: ayudar a mitigar el cambio climático y procurar la generación de “ecosistemas nuevos, completos y autosostenibles a gran escala” mediante la plantación de árboles, arbustos y pastos de especies autóctonas.

“Los bosques son un aspecto clave en los ecosistemas terrestres y marinos. Todo lo que son ecosistemas, desde las plantas, el suelo, arbustos, árboles o algas marinas son los grandes generadores de carbono del mundo. Por lo tanto, hay que potenciarlos y que no mengüen. Todos los expertos con los que hemos conversado saben que una de las mejores formas para combatir el cambio climático es la reforestación”, advierte Sesma en entrevista exclusiva con Net Zero Community. 

A la fecha, la utilidad de CO2 Revolution es incontestable: más 1.5 millones de árboles plantados, lo que equivale a la liberación de 300 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. 

Tras el desastre, la invención

La génesis de CO2 Revolution se remonta al año 2015 cuando Juan Carlos Sesma vivía en la ciudad de Bogotá, en Colombia. Ese año un incendio forestal arrasó con las áreas boscosas del cerro de Monserrat, uno de los macizos que rodea a la capital colombiana: “El incendio fue bastante, bastante grande. Los días posteriores al incendio se produjo una movilización importante de la población que llevaban arbolitos para plantarlos. Al cabo de unas semanas lo que pudimos ver es que sólo se habían podido reforestar las zonas aledañas y de fácil acceso en la falda de la montaña. La inmensa mayoría de la superficie, más del noventa por ciento, no se pudo reforestar, ya que era muy extensa, con una pendiente muy elevada, así como por la dificultad de acceso”.

Ante el desastre ecológico, Sesma comenzó a idear la forma más rápida y eficiente para reforestar. El resultado comprueba una máxima grecolatina: la necesidad es madre de todas las invenciones. “Me pregunté por qué si un árbol produce miles o cientos de miles de semillas, prácticamente ninguna prospera. Fue así como se ocurrió un método basado en biotecnología para añadir componentes necesarios para que las semillas forestales puedan tener más viabilidad, estar protegidas y darse en zonas donde solo es posible acceder por aire mediante drones, una tecnología bastante incipiente en aquel momento”.

La idea, sin embargo, tardó en germinar. Para ello, Sesma contó con la complicidad de Enrique Carrasco, un fraile de la Orden del Císter, quien le permitió plantar distintos tipos de semillas en los alrededores del Monasterio de La Oliva, en Navarra. Luego de varios procesos de mejora biotecnológica fue desarrollando semillas reforzadas con alta eficacia de germinación hasta dar con las iSeeds. Estas semillas inteligentes son una tecnología patentada de CO2 Revolution; básicamente, cápsulas biodegradables que contienen las semillas inteligentes, pregerminadas, junto otros compuestos y abonos, cuya finalidad es lograr una mayor capacidad de adaptabilidad y eficacia. 

“Hacemos análisis de datos mediante algoritmos. Antes de realizar la reforestación hay que analizar el ecosistema, las clases del terreno, los tipos de suelo, de especies autóctonas”.

Mix de tecnologías

Detrás de los millones de árboles plantados de CO2 Revolution está la incorporación de varias tecnologías emergentes: big data, inteligencia artificial, algoritmos informáticos, drones para la plantación masiva de semillas forestales inteligentes, entre otras.

 “Lo primero que hacemos es análisis de datos mediante algoritmos. Antes de realizar la reforestación hay que analizar el ecosistema, las clases del terreno, los tipos de suelo, de especies autóctonas, porque siempre reforestamos semillas autóctonas, la información de la mejor época del año para plantar, cantidad de precipitaciones, horas de sol. Todo eso es analizado por los ingenieros para diseñar el plan más eficiente. La segunda fase es llevar a cabo la reforestación del terreno y el método más apropiado”, explica el CEO.

Uno de los sistemas más “exitosos, eficientes y de bajo coste” es el lanzamiento aéreo mediante drones, utilizado en zonas de difícil acceso. Este método permite sembrar hasta 100 mil semillas forestales. Además, la empresa dispone de medios mecánicos como el uso de tractores y retroexcavadoras para plantar las iSeeds, especifica Sesma, maestro en Administración de Negocios por el Foro Europeo Escuela de Negocios de Navarra. 

Bajo el lema “dar buenos frutos en la mayor escala posible”, CO2 Revolutions lleva más de 1 mil 200 hectáreas reforestadas en España, Francia, Colombia, Honduras y Perú. Tan sólo en estos tres países latinoamericanos hay 93 empresas que ya han reducido su huella de carbono gracias a esta empresa española. Mientras que su labor de reforestación le valió ser reconocida en el 2018 como una de las 100 mejores startups del mundo por la plataforma global de innovación South Summit. 

Reforestar para mitigar el cambio climático

Según el último Foro sobre los Bosques de la ONU, los bosques cubren el 30.8 por ciento de la superficie terrestre de la Tierra con 3 mil 970 millones de hectáreas. Contienen más del 80 por ciento de la biodiversidad y almacenan alrededor de 296 gigatoneladas de carbono, más que toda la atmósfera.

La deforestación, sin embargo, es uno de los mayores problemas. Cada año se pierden 10 millones de hectáreas de bosques. Las principales causas son la tala ilegal o insostenible, los incendios forestales, las plagas y los efectos del cambio climático como las fuertes tormentas y deslaves.

“Nosotros nacimos con el propósito de que aún estamos a tiempo de reducir la cantidad de grados centígrados de calentamiento global fijados para fin de siglo, pero para eso debemos reforestar de una forma tremendamente veloz y radicalmente diferente a lo que se ha hecho hasta ahora”

“La deforestación crece a un ritmo vertiginoso. Decenas de millones de hectáreas se deforestan cada año. Los espacios más deforestados son las selvas, debido a que se deforestan para convertirlas en plantaciones agrícolas o pastizales. La agricultura y la ganadería en la selva amazónica, por ejemplo, está haciendo estragos”, advierte el CEO de CO2 Revolution.

Y no se equivoca, la ONU señala que el 90 por ciento de las pérdidas forestales en los últimos 23 años se ha dado en zonas tropicales, sobre todo en las selvas América del Sur y Asia meridional y sudoriental. Las tres principales causas de la deforestación son la agricultura (expansión de las tierras de cultivo y pastoreo), la ganadería y el desarrollo urbano, que representan el 50, 38 y 6 por ciento de la tala de árboles, respectivamente. 

A pesar del tamaño del reto, Juan Carlos Sesma es optimista y confía en el uso de la innovación tecnológica: “A ver, nosotros nacimos con el propósito de que aún estamos a tiempo de reducir la cantidad de grados centígrados de calentamiento global fijados para fin de siglo, pero para eso debemos reforestar de una forma tremendamente veloz y radicalmente diferente a lo que se ha hecho hasta ahora. Por eso apostamos por semillas encapsuladas, inteligentes, ya sea de forma directa como se hace en el campo agrícola o en forma aérea a través de métodos más baratos y buscando la rentabilidad económica mediante certificaciones de bonos de carbono”.

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