Establecer objetivos para la protección del clima a través de una transición energética integral

Por Marco Cosío

Ya muchos conocemos la historia: el calentamiento global, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), está teniendo efectos devastadores en los ecosistemas de nuestro planeta y, si queremos preservar la vida, incluida la nuestra, tenemos que reducir dichas emisiones. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo1 (PNUD), el sector energético mundial es responsable del 73% de los GEI anuales, por lo que no podemos minimizar la importancia que tiene la transición energética. 

Es importante saber que la energía es mucho más que electricidad, por ejemplo, el transporte y la calefacción continúan dependiendo principalmente de la energía fósil.  Para explicarme mejor recordemos el caso de Alemania, en donde casi la mitad de la electricidad ya se genera a partir de fuentes de energía renovables. En determinados momentos, incluso es posible satisfacer toda la demanda de electricidad alemana con estas energías. Esto suena como un éxito y un hito en la transición energética, pero a pesar de estas cifras y de las importantes inversiones, Alemania no alcanzó sus objetivos climáticos en 2020, porque como mencionaba anteriormente, la energía es mucho más que electricidad.

Tenemos que pensar de manera diferente a cómo lo hacíamos antes. No se trata de promover o condenar ciertas tecnologías: el objetivo es reducir las emisiones de CO2, y puede haber formas muy diferentes de lograrlo.

Hans Jörg Heger, jefe del grupo de investigación de Modelado de Sistemas Energéticos de Siemens Corporate Technology y su equipo, se han especializado en utilizar modelos matemáticos para replicar nuestras infraestructuras y sistemas energéticos en toda su complejidad. Con la ayuda de estas simulaciones, desarrollan medidas lo más económicas posible para reducir eficazmente las emisiones.

Según el PNUD, las emisiones anuales de CO2 relacionadas con la energía deberán disminuir un 70 % para 2050, respecto de los niveles actuales. Por ello, países y comunidades se enfrentan a una tarea titánica, ya que deberán reconvertir toda su infraestructura (suministro y gestión de energía, sistemas de aire acondicionado, suministro de calefacción, movilidad, etc.) sin dejar de proporcionar un suministro estable a la industria y a la población. 

Según el PNUD, las emisiones anuales de CO2 relacionadas con la energía deberán disminuir un 70 % para 2050, respecto de los niveles actuales.

Una forma para realizar esta transición energética de manera eficiente es utilizando los modelos de sistemas de Siemens, los cuales emplean un gemelo digital para replicar el suministro energético de una región. Nuestro modelo toma en cuenta las previsiones de cómo evolucionará la demanda neta de energía, así como todas las tecnologías que conocemos (como instalaciones solares, turbinas eólicas, electrólisis, etc.) para luego utilizar algoritmos de optimización que determinan las medidas necesarias para minimizar las emisiones lo más rápido posible. Con nuestras simulaciones, demostramos cómo se puede implementar la transición energética tanto técnica como económicamente.

Las tecnologías de energía renovable serán cada vez más importantes en este contexto. También será necesario aumentar significativamente la capacidad de las centrales eléctricas de gas, como respaldo para los períodos en los que no hay suficiente viento o sol. Esto puede parecer sorprendente al principio, dado que también generan emisiones, pero son significativamente más bajas que las de las centrales eléctricas de carbón. Además, se pueden descarbonizar gradualmente utilizando cada vez más hidrógeno verde, generado por energía renovable. 

En cuanto a la construcción, los conjuntos habitacionales nuevos pueden equiparse con bombas de calor respetuosas con el clima a costos razonables. Dado que las casas se utilizan durante muchos años, sería preferible para el balance general de CO2 que este tipo de calefacción se convirtiera en el estándar lo antes posible. 

Porque todos sabemos que el tiempo es esencial, es importante comenzar a actuar para lograr frenar el calentamiento global en beneficio de todos.

Marco Cosío, vicepresidente de Smart Infrastructure, Siemens México, Centroamérica y El Caribe

 

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