Según un informe de la agencia de calificación crediticia Moody’s, el cambio climático podría costar a América Latina hasta el 16% del PIB anual durante este siglo. El informe destaca que los países más afectados serán aquellos que dependen en gran medida de los recursos naturales.
El informe de Moody’s llega en un momento en que la región se enfrenta a una serie de desafíos ambientales, desde el aumento de la temperatura global hasta la pérdida de biodiversidad y la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos. Estos desafíos tienen el potencial de socavar el desarrollo económico y aumentar la desigualdad social en la región.
La degradación de los recursos naturales y la pérdida de la biodiversidad también tendrán un impacto significativo en la economía de la región. América Latina es una de las regiones más biodiversas del mundo, con una gran variedad de especies animales y vegetales, muchas de las cuales tienen un valor económico significativo. La pérdida de esta biodiversidad puede afectar la producción agrícola, el turismo y la investigación científica, entre otros sectores.
El informe de Moody’s también señala que los países de América Latina están particularmente expuestos a los riesgos climáticos debido a la falta de inversión en infraestructura y tecnología resiliente al clima. La región ha sufrido históricamente de una brecha en la inversión en infraestructura, y esto se ha exacerbado en los últimos años debido a la pandemia del COVID-19.
Los países de América Latina necesitan invertir más en infraestructura resistente al clima y en tecnologías que les permitan adaptarse al cambio climático, afirma el estudio. También es importante que los gobiernos de la región adopten políticas que fomenten la transición hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Una de las políticas clave que se necesitan en la región es una política de precios de carbono, que incentive a las empresas y a los individuos a reducir su huella de carbono. La región también necesita invertir en energías renovables, como la solar y la eólica, que son más limpias y sostenibles que los combustibles fósiles.
Además de estas políticas, también es importante que los países de América Latina trabajen juntos para abordar los desafíos ambientales que enfrentan. La cooperación regional en áreas como la conservación de la biodiversidad, la gestión de los recursos hídricos y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero puede ayudar a los países de la región a enfrentar mejor los desafíos del cambio climático.
Con información de Reuters.