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RAEE’s: Más allá del reciclaje

Instrumentos de políticas públicas para reducirlos en México

En la última década, de acuerdo con información de la Asociación Nacional de Fabricantes de Aparatos Domésticos A.C. (ANFAD) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México ha experimentado una tendencia a la alza en el consumo y la compra de aparatos eléctricos y electrónicos, desde los enseres domésticos (mayores y menores) de línea blanca (como refrigeradores, lavadoras principalmente, aunque también calentadores de agua y sistemas de climatización, licuadoras, estufas eléctricas y ventiladores), pasando por la electrónica de consumo, hasta los equipos de telecomunicaciones (smartphones), en contraste con una disminución de la adquisición de televisores (aunque más del 90% de los hogares poseen al menos uno) y equipos de cómputo, en el periodo que comprende entre 2015 y 2022, propiciando una probelmática a la que hay que enfrentar: Los RAEE´s (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).  

Generación de RAEE´s en México

Mientras los mexicanos hemos incrementado nuestro consumo de aparatos eléctricos y electrónicos, renovando nuestros hogares con tecnología más moderna, también nos hemos convertido en generadores de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, mejor conocidos como RAEE´s. Según estimaciones de Statista, en 2022, se generó 1.5 millones de toneladas métricas de RAEE, un aumento del 3.5% en comparación con el año anterior. Esto representó una generación promedio de residuos electrónicos per cápita de casi 12 kilogramos ese año, con lo que México se ha convertido en uno de los mayores productores de RAEE´s a nivel mundial.

RAEE´s: Acopio y reciclaje

Otro dato, en relación con materiales reciclables, de acuerdo con el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos, emitido en 2020 por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se estima que 893 (Kg/Día) de RAEE´s fueron recibidos en promedio diariamente por los Centros de Acopio de nuestro país, lo cual representa únicamente el 2.32% del total de materiales reciclables recibidos. De esta cantidad, únicamente 7.190 (T/Día) se recuperó en promedio en las plantas de separación para llevar a cabo su reciclaje.  

¿Dónde terminan los RAEE´s no acopiados?

En la mayoría de los casos, los consumidores los conservamos en nuestros hogares, una buena cantidad de residuos tecnológicos: computadoras, celulares, impresoras, multifuncionales, cartuchos de tóner, baterías, cables, entre otros. Tal es el caso de los teléfonos celulares que, de acuerdo con SEMARNAT, acumularon 2.1 millones de equipos, que en peso representan 325 toneladas.

De ahí, la importancia de implementar acciones que incentiven la adecuada gestión integral de este tipo de residuos. Pero… ¿qué actividades integran la gestión integral de los residuos? para saberlo debemos remitirnos a la definición prevista en el artículo 5, fracción X de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR, 2003)2, la cual prevé acciones normativas, operativas, financieras, de planeación, administrativas, sociales, educativas, de monitoreo, supervisión y evaluación, para el manejo de residuos, desde su generación hasta la disposición final, a fin de lograr beneficios ambientales, la optimización económica de su manejo y su aceptación social, respondiendo a las necesidades y circunstancias de cada localidad o región. 

Trazabilidad: clave para la economía circular

El primer paso para implementar los principios, las estrategias y/o los modelos de negocio basados en la economía circular, es identificar la trazabilidad de los RAEE´s, esto es, seguir el rastro de los residuos, tanto aguas arriba como aguas abajo, conocer que empresa es su fabricante, distribuidor y comercializador, así como su generador (aquí es importante llevar a cabo su adecuada separación y clasificación), hasta su tratamiento final (reutilización, reciclaje, valorización o disposición), incluso conocer cada etapa del manejo de los residuos: recolección, transporte, acopio, almacenamiento, procesamiento, tratamiento y destino final, según sea el caso. 

Clasificación legal de los RAEE´s

En materia de clasificación de los RAEE´s, la LGPGIR dispone que deben clasificarse como Residuos de Manejo Especial (RME). Son de competencia estatal y se encuentran sujetos a un plan de manejo. Por tanto, cada una de las entidades federativas debe expedir legislación específica para este tipo de residuos. En complemento, la Norma 161-SEMARNAT–2011 específica en su Listado de los Residuos de Manejo Especial sujetos a Plan de Manejo, fracción VIII, inciso a) los productos que se podrían considerar RAEE´s, esto es, los que generan las industrias de la informática y fabricantes de los productos electrónicos, tales como: computadoras personales de escritorio y sus accesorios; computadoras personales portátiles y sus accesorios; teléfonos celulares; monitores con tubo de rayos catódicos –incluidos televisores–; reproductores de audio y video portátiles;  cables para equipos electrónicos; impresoras; fotocopiadoras, y multifuncionales.

Políticas públicas para fomentar el consumo responsable

Hablemos ahora de los instrumentos clave de política pública, previstos en marcos regulatorios, estrategias y programas, que podrían incentivar el consumo responsable y promover la economía circular, al incrementar la vida útil de los aparatos eléctricos y electrónicos (AEE´s), además de brindar mayor información a los consumidores para tomar una mejor decisión de compra, debidamente informada.

En relación con las etapas de la cadena de valor de los AEE´s, a nivel “aguas arriba” (actividades que ocurren antes del proceso de producción principal), algunos ejemplos son:

Diseño sostenible de AEE´s

Se centra en minimizar el impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida del producto, desde la extracción de las materias primas hasta su eliminación al final de su vida útil. Esto implica utilizar materiales respetuosos con el medio ambiente, diseñar para la longevidad y la reparabilidad, y garantizar prácticas responsables de fabricación y reciclaje.

Se caracteriza, principalmente, por cinco aspectos:

  1. seleccionar y usar materiales biodegradables, reciclados y reciclables, así como libres de sustancias tóxicas
  2. diseñar para incrementar la vida útil y reparabilidad de los AEE´s, como la modularidad para el desensamble
  3. eficiencia energética y manufactura responsable al utilizar fuentes de energía renovable, minimizar el empaque o embalaje, así como optimizar la cadena de suministro
  4. diseñar para evitar el fin de vida de los AEE´s, al permitir su reúso, reparación y reciclaje, así como garantizar su transparencia y trazabilidad
  5. Software y diseño digital

Derecho a la reparación

Intrínsecamente relacionado con el Diseño sostenible, a través de un marco jurídico y normativo, el Derecho a la reparación tiene como objetivo promover un consumo más sostenible mediante el aumento de la reparación y la reutilización de bienes, tanto dentro como fuera de la garantía legal, garantizando a las personas usuarias:
i) acceso a repuestos, manuales técnicos, herramientas y software necesarios para reparar por cuenta propia sus productos. En Europa, ya se garantiza este derecho a través de la Directiva sobre normas comunes para el fomento de la reparación de bienes que se adoptó el 13 de junio de 2024 y entró en vigor el 30 de julio de 2024. Los Estados miembros deben transponerla a su normativa nacional y aplicarla a partir del 31 de julio de 2026.

Índice de reparabilidad / etiqueta de reparabilidad

Es un etiquetado obligatorio, para que las empresas fabricantes de AEE´s proporcionen a las personas consumidoras información clara, inmediatamente visible y fácil de entender (generalmente a través de un puntaje o semáforo) sobre la vida útil estimada y la reparabilidad de un producto en el momento de la compra. A partir de enero de 2020, Francia se convirtió en el primer país en el mundo en implementar etiquetas de reparabilidad para smartphones, portátiles y otros dispositivos electrónicos.

Pasaporte digital de producto (DPP)

Es una herramienta digital estandarizada (generalmente representada a través de un código QR o código de barras) que busca mejorar la transparencia en las cadenas de valor de los AEE´s al proporcionar información completa sobre el origen, los materiales, el impacto ambiental y las recomendaciones de eliminación de cada producto. El DPP está diseñado para reducir la brecha entre las demandas de transparencia de los consumidores y la actual falta de datos fiables sobre los productos para que se lleve a cabo un consumo sostenible.

Distintivo de Circularidad

Es un instrumento de política pública previsto en la Ley de Economía Circular de la Ciudad de México (2023) que otorga el Gobierno de la Ciudad de México a las empresas que acreditan criterios de economía circular en sus procesos, productos o servicios; en el caso de los AEE´s, que son elaborados de tal manera que elimina el uso de envases, empaques y embalajes innecesarios, puede ser fácilmente reparado, renovado y/o actualizado y contiene componentes estandarizados para facilitar este proceso, entre otros. Las empresas autorizadas, previa Evaluación de Circularidad favorable, podrán adherir una representación gráfica en sus AEE´s para generar una propuesta de valor respecto de sus competidores, además de impulsar el consumo sostenible.

En la próxima entrega, podremos identificar qué pueden hacer los formuladores de políticas públicas para atender el problema de los RAEE´s desde el enfoque “aguas abajo”.

Jorge Arturo Calderas Winder / Co-fundador y Consultor Senior en Economía Circular / Estrategia Circular MX

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