Por Redacción
Como sacado de la ciencia ficción, una ciudad será trasladada a otro sitio. Imágenes futuristas ilustran lo que podrían ser los sueños delirantes de alguien que ha leído a Philip K. Dick, pero se trata de un proyecto que se materializará.
Indonesia es un país formado por más de 17.000 islas, pero su capital, Yakarta, se encuentra en una de las más pobladas y contaminadas: Java. Con más de 10 millones de habitantes, Yakarta sufre problemas de tráfico, inundaciones y hundimiento del terreno debido al exceso de extracción de agua subterránea. Por eso, el gobierno indonesio ha decidido trasladar la capital a una nueva ciudad que se construirá en la isla de Borneo, a unos 2 mil kilómetros de distancia.
La nueva ciudad se llamará Nusantara, que significa «archipiélago» en indonesio y es una forma de referirse al país entero. El presidente Joko Widodo anunció el proyecto en 2019 y el Parlamento lo aprobó en 2022. Las obras comenzaron en septiembre del mismo año y se espera que estén terminadas en 2045. El objetivo es crear una ciudad «verde e inteligente» que tenga cero emisiones contaminantes y que ofrezca espacios para invertir en sectores como la farmacia, la medicina y la tecnología.
Nusantara ocupará unos 2.600 km2, diez veces el tamaño de Buenos Aires, y tendrá una capacidad para albergar a unos 6 millones de personas. El diseño de la ciudad se inspira en la cultura y la naturaleza indonesias, con edificios que imitan la forma de volcanes, montañas o animales mitológicos. El palacio presidencial tendrá la forma del pájaro Garuda, el símbolo nacional del país. La ciudad también contará con una gran mezquita, un parlamento, un centro financiero y zonas residenciales rodeadas de vegetación.
El costo estimado del proyecto es de unos 30 mil millones de dólares, que se financiarán en su mayoría con fondos privados. El gobierno espera que el traslado de la capital ayude a reducir la desigualdad entre las distintas regiones del país y a impulsar el desarrollo económico y social. Además, el presidente Widodo quiere celebrar el aniversario de la independencia de Indonesia, el 17 de agosto de 2024, en su nueva sede.
Sin embargo, el proyecto también ha generado críticas y preocupaciones por parte de los ambientalistas y los defensores de los derechos humanos. Algunos advierten que la construcción de Nusantara supondrá una amenaza para los ecosistemas y la biodiversidad de Borneo, una isla que alberga selvas tropicales, orangutanes y otras especies en peligro de extinción. Otros denuncian que el proyecto no ha tenido en cuenta los derechos y las opiniones de las comunidades indígenas que viven en la zona donde se levantará la nueva ciudad.
Nusantara es un proyecto ambicioso y polémico que pretende cambiar la historia y el futuro de Indonesia. ¿Será capaz de cumplir sus promesas o se convertirá en un fracaso ecológico y social?
