Por Valeria Lozano
El Centro de Regeneración, Diseño y Colaboración (CRDC) fue fundado en Costa Rica con la misión de transformar residuos plásticos en materiales valiosos para la construcción. “Nuestro propósito es poder transformar los residuos plásticos en un agregado de alto valor para la industria de la construcción, cumpliendo con todas las normas internacionales”, explica María Laura. Esta iniciativa aborda un problema crítico: el 90% de los residuos plásticos a nivel mundial no se reciclan y terminan en océanos, vertederos o rellenos sanitarios.
La tecnología innovadora de CRDC permite reemplazar agregados naturales con agregados sintéticos poliméricos. “Estamos ayudando a eliminar residuos plásticos del medio ambiente y transformándolos en un agregado de alto valor que mejora o mantiene las características de los materiales de concreto y asfalto,” añade Rojas.
Valle Azul, un proyecto pionero
Valle Azul es un programa de viviendas sustentables desarrollado en colaboración con Grupo Pedregal y Hábitat para la Humanidad Latinoamérica y el Caribe. Estas viviendas no solo son sostenibles y asequibles, sino que también mejoran la calidad de vida de sus habitantes. El sello de calidad lo han otorgado las personas pues “han declarado que las viviendas son frescas, cómodas y demuestran un modelo exitoso de economía circular,” afirma la CEO de CRDC México.
Las viviendas de Valle Azul están diseñadas para ser eficientes energéticamente y ofrecer características como menor peso en los productos, mantiene o mejora la resistencia a la compresión, mantiene la resistencia al fuego y reducen la huella de carbono. “Por cada tonelada de RESIN8TM utilizada, se evitan 960 kilogramos de CO2,” señala Rojas. Este proyecto no solo aborda la problemática de los residuos plásticos, sino que también ofrece una solución viable para la construcción sustentable.
Colaboraciones estratégicas
CRDC Global ha establecido una alianza estratégica con Grupo Pedregal, una empresa líder en la venta de materiales de construcción en Costa Rica. “Con ellos co-desarrollamos este proyecto, logrando integrar nuestra tecnología en la producción de bloques, adoquines y mezclas asfálticas,” menciona Rojas. Esta colaboración ha sido fundamental para validar y escalar la tecnología de CRDC Global, permitiendo su aplicación en proyectos de vivienda sustentable.
Además, CRDC Global ha firmado un acuerdo con Hábitat para la Humanidad Latinoamérica y el Caribe, comprometiéndose a desarrollar programas de viviendas sustentables en la región y transformando pisos de tierra por pisos de conreto con RESIN8TM en su programa “100 mil pisos para jugar”. Al respecto, abunda María Laura: “Hábitat para la Humanidad tiene un compromiso con la sostenibilidad y las viviendas de calidad para personas de escasos recursos. Al conocer nuestra tecnología, decidieron generar esta alianza para construir viviendas sustentables con RESIN8TM y otras tecnologías innovadoras”.
Desafíos y lecciones aprendidas
Implementar un proyecto de esta magnitud no ha estado exento de desafíos. María Laura Rojas destaca que uno de los mayores retos es cambiar la percepción de que la sostenibilidad es costosa: “La mayoría de las personas relacionan la sustentabilidad con algo costoso, pero con Valle Azul demostramos que es posible crear viviendas asequibles y sustentables”. En Costa Rica, el gobierno subsidió parte del costo de los proyectos, lo que permitió que el incremento en los costos debido a los materiales sostenibles fuera mínimo, haciendo el proyecto más atractivo para los desarrolladores.
Otro reto significativo ha sido la aceptación de la tecnología por parte de la industria de la construcción: “Aunque nuestro producto cumple con todas las normas internacionales, cada concretera y fabricante de bloques quiere hacer sus propias pruebas para asegurarse de que funciona. Es un proceso de validación continuo, pero necesario para ganarse la confianza del mercado”.
Expansión a México: Viviendas sustentables en Chiapas
Con el éxito de Valle Azul en Costa Rica, CRDC México está listo para replicar el modelo en México. “Vamos a iniciar la construcción de las primeras viviendas sustentables en Chiapas”, anuncia Rojas. Estas viviendas incluirán captadores pluviales, estufas estilo Patzari y bloques y pisos hechos con RESIN8TM de CRDC. “Están diseñadas para comunidades que no tienen acceso a muchos servicios básicos, proporcionando soluciones autosustentables que mejoran la calidad de vida,” añade.
CRDC sigue innovando y expandiendo sus aplicaciones. “Inicialmente empezamos con bloques y adoquines, luego mezclas asfálticas, y ahora concretos”, comenta Rojas. La empresa está comprometida con la mejora continua y la reducción de emisiones de carbono, trabajando estrechamente con ingenieros para desarrollar productos que cumplan con las normas internacionales sin modificar los procesos de construcción existentes.
Una de las premisas al desarrollar la tecnología fue que no se debía modificar ninguno de los procesos de implementación ni constructivos existentes. Esto ha sido clave para su aceptación, ya que permite a los fabricantes de materiales implementar la tecnología sin necesidad de cambiar sus procesos. Esta simplicidad y adaptabilidad han sido fundamentales para el éxito de CRDC.
Reconocimiento internacional: Premios SUMe 2024
CRDC México ha sido galardonada por su innovación y compromiso con la sostenibilidad. Tras ser reconocidos con el Premio SUMe 2024, por la categoría de “vivienda”, María Laura ve que el camino recorrido ha valido la pena.
“Ser reconocidos por organizaciones como SUMe y el Green Building Council es un honor”. Este reconocimiento no solo valida el trabajo de la empresa, sino que también les impulsa a seguir adelante. “Vamos a certificar las viviendas de Habitat para la Humanidad EDGE y esperamos que más empresas y gobiernos se unan a esta causa,” añade.
El premio recibido por Valle Azul es un testimonio del impacto positivo de la tecnología de CRDC y su potencial para transformar la industria de la construcción. “Para nosotros, ser miembros de SUMe y colaborar con el Green Building Council a nivel global es sumamente valioso. Este reconocimiento destaca el trabajo de nuestros ingenieros y el impacto de nuestras innovaciones”, celebra María Laura.
El proyecto Valle Azul y otros similares demuestran que es posible combinar la sostenibilidad con la asequibilidad, proporcionando viviendas de calidad que mejoran la calidad de vida de sus habitantes mientras se abordan problemas ambientales críticos.
