NoticiasPortadaSin categoría

Día del Ingeniero 2025: Ingeniería para un futuro más verde

Ingeniería y sostenibilidad son hoy conceptos que van de la mano. Este 1 de julio, Día del Ingeniero en México, el reconocimiento a esta profesión adquiere un nuevo matiz. En un mundo marcado por la crisis climática, la degradación ambiental y los desafíos del desarrollo equitativo, el papel de la ingeniería ya no se limita a la construcción de infraestructura o el avance tecnológico: hoy, es una pieza clave en la transición hacia modelos sostenibles.

Según la UNESCO, la ingeniería está directamente vinculada con al menos 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Su informe Engineering for Sustainable Development subraya que esta disciplina “no solo impulsa el crecimiento económico, sino que debe orientarse hacia el bienestar social y la conservación ambiental” (UNESCO, 2021). Ingenierías como la civil, eléctrica, ambiental, industrial o de materiales juegan un papel estratégico en el diseño de soluciones que reduzcan emisiones, optimicen recursos y fomenten la resiliencia de ciudades y comunidades.

El concepto de “ingeniería sostenible” —que integra criterios ambientales, sociales y económicos desde la etapa de diseño hasta la operación— se ha consolidado como un estándar emergente en múltiples industrias. Ya no basta con construir o innovar: es necesario hacerlo con un enfoque de ciclo de vida, eficiencia energética, circularidad e impacto ambiental mínimo. Esto es especialmente urgente en sectores como la construcción, la energía, la movilidad y la gestión hídrica, donde la huella ecológica puede mitigarse significativamente mediante soluciones de ingeniería bien planteadas.

Vocaciones ambientales: la deuda pendiente de la educación en ingeniería y sostenibilidad

Pese a su papel estratégico, las carreras relacionadas con el medio ambiente siguen siendo poco promovidas en el ámbito académico y profesional. En los últimos cinco años, la Universidad de Guadalajara reportó una caída de entre 45 % y 72 % en la matrícula de ingenierías con enfoque ambiental, como sistemas biológicos, recursos naturales o medio ambiente (Universidad de Guadalajara, 2023). Este fenómeno refleja una desconexión preocupante entre la urgencia ambiental y la orientación vocacional de los jóvenes.

Además, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las licenciaturas relacionadas con ecología y ciencias ambientales registran una tasa de desempleo del 10.3 % en México, la más alta entre todas las profesiones analizadas en su último reporte (IMCO vía Debate, 2025). Esto genera un círculo vicioso: ante la falta de empleabilidad, disminuye el interés por estas carreras, y con ello, la disponibilidad de talento especializado para afrontar los retos de sostenibilidad en empresas e instituciones.

Algunas universidades han comenzado a tomar medidas. La Universidad Veracruzana, por ejemplo, lanzó recientemente una nueva Ingeniería Ambiental en respuesta a la escasez de profesionales en esta área en el estado (XEU, 2025). Sin embargo, se requiere una estrategia nacional más sólida, que articule los esfuerzos de gobierno, academia y sector privado para fortalecer la formación ambiental desde la educación media superior.

A nivel global, expertos como Kumar et al. (Universidad de Granada, 2020) insisten en la necesidad de una educación en ingeniería con enfoque sistémico: una que forme profesionales capaces de comprender la complejidad del desarrollo sostenible, integrar variables sociales, económicas y ecológicas, y liderar procesos de transformación. Modelos pedagógicos como CDIO (Concebir–Diseñar–Implementar–Operar), orientados a la resolución de problemas reales, se perfilan como herramientas útiles para acercar la teoría a los desafíos concretos del mundo actual.

Ingeniería para un planeta en transformación

En este Día del Ingeniero, la celebración va más allá del reconocimiento tradicional. Es también una llamada a fortalecer el vínculo entre ingeniería y sostenibilidad, y a cerrar la brecha entre la formación académica y las necesidades del planeta.

La ingeniería tiene el potencial de rediseñar procesos, crear soluciones regenerativas y liderar la transformación de nuestras ciudades, industrias y formas de vida. Pero para que esto ocurra, necesitamos más vocaciones verdes, mayor inversión en formación interdisciplinaria, y condiciones laborales que valoren el conocimiento técnico orientado al bien común. Porque sin ingeniería, no hay transición ecológica posible. Y sin sostenibilidad, no hay futuro.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba