Por José Muñoz
El debate en torno al concepto, sin embargo, se remonta a la década de los 60 del siglo XX, una época en la que se cobró conciencia sobre la inviabilidad del actual modelo civilizatorio: “Le pusimos fecha de caducidad a la forma en la que vivíamos, a la vida en el planeta, y comenzamos a tratar de conjurar esa caducidad […] De ser un tema importante, que empezó con cierto idealismo, la sostenibilidad es hoy algo urgente. Estamos abocados a garantizar que haya vida en el futuro, para las demás especies y para la nuestra. Por esto debemos cambiar nuestros modelos y estilos de vida, la forma en que consumimos y utilizamos los recursos. Utilizando palabrotas académicas, hay que cambiar el paradigma de vida en el que estamos inmersos”, advierte el arquitecto Gutiérrez Brezmes en entrevista con Net Zero Community.
Frente a la devastación ecológico-ambiental y el deterioro socio-económico, el cambio de paradigma no sólo es imperativo, sino que debe orientarse a la conquista de un futuro mejor para la mayor cantidad de personas: “La gran pregunta es para quién será ese futuro, quiénes cabrán en él. Sería una paradoja que, luego del esfuerzo de cambiar el modelo y nuestro estilo de vida, quedaran personas fuera, ya sea por su edad, religión, por sus condiciones económicas o características físicas. La única manera de garantizar un futuro sustentable para todos es promoviendo la inclusión y la accesibilidad. No sea que si utilizas una prótesis, tienes algún problema con tus sentidos, vas en muletas o en silla de ruedas, vayas a quedar fuera. Si logramos un modelo nuevo de vida, entonces éste debe ser incluyente, diverso y accesible”, agrega el también fundador y expresidente de SUMe (2015-2017).
ACCESIBILIDAD, PIEZA CLAVE PARA UN MEJOR FUTURO
Como director del Departamento de Arquitectura y Urbanismo de Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana (UIA) campus Ciudad de México, Gutiérrez Brezmes ha establecido tres directrices o temas de fondo transversales para modificar la práctica del diseño arquitectónico: “Uno es celebrarnos en la diversidad con todo lo que implica, como la accesibilidad, aspectos de género, etcétera. El segundo es la sustentabilidad, pero entendida como en el Laudato si, es decir, vincular lo ecológico con lo social. Y un tercero, que además planteamos un par de años antes de la pandemia, es la salud y el bienestar. […] Creo que por ahí es el camino. Lo que sí es que nos falta acelerar el ritmo, convencer a más voluntades, establecer más normas y criterios”.
La obra del arquitecto y académico mexicano, en ese sentido, es una puesta en práctica para acelerar la normatividad en materia de accesibilidad y edificación sostenible. Como experto en el tema, ha sido asesor en la comisión para la construcción de varias normas, como la Norma Mexicana de Edificación Sustentable (2013), Norma Técnica Complementaria de Diseño Arquitectónico del Reglamento de Construcción del D.F. (2011) y Criterios para la accesibilidad de las personas con discapacidad (IMSS, 2009), entre otras.
Toda esta experiencia desembocó en el libro Accesibilidad. Personas con discapacidad y diseño arquitectónico (México, Universidad Iberoamericana, 2015), un compendio de reflexiones y recomendaciones prácticas sobre diseño accesible y universal, que retoma buena parte de los reglamentos, códigos, normas y leyes existentes en México sobre sustentabilidad, diversidad y accesibilidad. El libro está dirigido a los urbanistas y arquitectos comprometidos con la eliminación de las barreras físicas y socioculturales de los entornos urbanos.
Además de manual, en sus páginas el lector podrá encontrar una ética sobre el arte de edificar de forma sustentable: “Alcanzar un entorno accesible es únicamente una de las piezas del futuro que estamos construyendo. Un futuro en el que se reconozca y celebre la diversidad, trascendiendo prácticas intolerantes y arraigadas, que hoy marginan a una buena parte de la sociedad”.
CELEBRAR LA DIVERSIDAD
En un escenario de crisis ecológica y socioeconómica generalizada, para el también integrante y colaborador honorario de asociaciones civiles como Libre Acceso, lo más acuciante radica en superar la lógica despilfarradora y egoísmo hedonista del modelo civilizatorio actual: “Hasta ahora hemos vivido como quien se presenta en un gran bufete y se sirve indiscriminadamente de todo y en cualquier cantidad, sin darse cuenta que hay otras personas que también van a llegar a comer, y que tal vez no alcance para todos. Es una forma de entender la existencia muy alrededor de uno mismo. Pero, si ampliamos nuestro horizonte, nos percatamos que nos conviene más tener una visión considerada hacia los demás. La cuestión es si yo puedo vivir feliz en un entorno en donde yo soy el único que vive plenamente y los demás con carencias, infelicidad”.
En el caso del sector de la edificación, el cambio climático obliga a sus profesionales a diseñar y construir edificaciones y entornos urbanos que cumplan con los criterios de sustentabilidad, inclusión y accesibilidad para todo tipo de personas, incluidas las de capacidades diferentes: “La accesibilidad beneficia a todas y a todos, está muy vinculada con una cultura de seguridad, de protección civil. Entonces la accesibilidad debe ser considerada no sólo como una concesión para las personas con discapacidad, sino como parte de un atributo de la sustentabilidad y calidad del entorno urbano. El ser humano y el entorno material debe ser posible para mí, sea como sea físicamente”, advierte el también Maestro en Comunicación por la UIA.
La pieza clave, de nuevo, consiste en abrazar la diversidad y el respeto por la casa común: “Mi visión es social, pero lo social entendido como en la carta del Papa, Laudato si, donde se hace un diagnóstico maravilloso del vínculo entre las esferas de lo natural y lo social. La naturaleza y la sociedad progresan o se deterioran en forma simultánea; no podemos ser una especie que progresa cuando el entorno ecológico se deteriora. Es algo muy complejo. Celebremos la diversidad y comenzaremos de manera natural a entender otras formas de diseñar, de edificar, de consumir, de relacionarnos los unos con los otros”, sintetiza el arquitecto José Luis Gutiérrez Brezmes.
