Por Redacción
Un estudio publicado en la revista Nature Communications advierte que el Ártico podría quedar prácticamente libre de hielo en septiembre a mediados de siglo, incluso bajo un escenario de bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Los autores utilizaron un método basado en la detección y atribución de las señales climáticas para ajustar las proyecciones de los modelos climáticos actuales, que subestiman el impacto de los gases de efecto invernadero en el área del hielo marino ártico.
El hielo marino ártico ha disminuido rápidamente durante las últimas décadas, especialmente desde el año 2000. El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) estimó que el Ártico estaría prácticamente libre de hielo en septiembre (con un área menor a 1 millón de km2) promediado entre 2081 y 2100 bajo escenarios intermedios y altos de emisiones, pero no bajo escenarios bajos. Sin embargo, esta estimación se basa en las simulaciones del último proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados Fase 6 (CMIP6), que podrían no capturar adecuadamente la sensibilidad del hielo marino a los cambios en la concentración de gases de efecto invernadero.
Para abordar esta limitación, los investigadores utilizaron un enfoque de análisis de atribución para detectar e identificar la influencia dominante de los gases de efecto invernadero en el área del hielo marino ártico en tres conjuntos de datos observacionales en todos los meses del año. Luego, escalaron la respuesta del hielo marino a los gases de efecto invernadero de los modelos CMIP6 para que coincidiera mejor con la tendencia observada, validando el método con una prueba con un modelo imperfecto.
Los resultados mostraron que el Ártico se quedaría sin hielo en septiembre bajo todos los escenarios considerados, con una probabilidad mayor al 50% antes del año 2050 bajo el escenario más bajo (SSP1-2.6) y antes del año 2035 bajo el escenario más alto (SSP5-8.5). Estas proyecciones son más tempranas que las del IPCC y sugieren que el Ártico es más vulnerable al calentamiento global de lo que se pensaba.
El estudio destaca la necesidad urgente de tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos del cambio climático. También enfatiza la importancia de la investigación y el monitoreo continuo del Ártico para comprender mejor las complejas interacciones entre la variabilidad natural, las erupciones volcánicas y el cambio climático inducido por el ser humano.
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Los autores enfatizan los profundos impactos de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Ártico y la importancia de planificar y adaptarse a un Ártico estacionalmente libre de hielo en un futuro cercano.